CONSEJO

De la serie Objetos punzantes

Piezas breves de Ruth Vilar

 

 



Una VIEJA sentada en una piedra busca aún la solución a una antigua pregunta: “¿Qué paso debí dar?”. 

VIEJA: Cuando creí haber crecido lo suficiente, me arranqué de los ojos la venda con que los mayores habían estado ocultándome el camino por el que me llevaban de la mano. Entonces descubrí la oscuridad en que ellos mismos habían estado moviéndose. El miedo que albergué a partir de ese día era aún más feroz que el de andar a tientas de la mano de otro: era un miedo fundado. 

Supe que cada paso que diese por mi pie tendría consecuencias, así que fui buscando señales que indicasen el sendero acertado. No palpé cruz ni flecha. Los caminos callaban. Alrededor y a lo lejos, adiviné las sombras de otros caminantes. Les pedí consejo a gritos, y a gritos recibí respuestas contradictorias. A fin de distinguir lo cierto de lo falso, lo sabio de lo necio, les pedí qué razones sustentaban su consejo. Todos se aferraron a una única razón: “Haz esto, porque es lo que hice yo”. Pero seguían inmersos en la misma negrura… 

Me desentendí de ellos y me senté a hablar conmigo misma. Me pregunté lo que debía hacer. No me gustó lo que me contesté y menos aún el tono con que lo hice, así que me mandé cerrar la boca y me quedé aquí quieta. Y aquí sigo.